Remembranzas: El Mejor Santa!

Juan C Paredes y su nieto Juan C Paredes III




Mi papá fue tal vez el mejor Santa Clause que pudo haber existido. El jugaba con nuestra mente cuando eramos niños, nos hacía sentir el espiritu navideño cada día, y nunca decepcionaba con aquello que nos amanecía la mañana del 25. A la hora de escribirle la carta a Santa Clause nos pedía que fueramos muy claros con que era lo que queríamos, y cuando le preguntabamos que hacía con la carta nos contestaba, "La dejé en el buzón". Noches antes de Navidad nos llevaba a conocer a Santa Clause al Centro Comercial de Chula Vista allá en el otro lado para pedirle personalmente lo que queríamos, y era tan preciso con lo que quería que me imagino al tipo que le hacía de Santa decirse a si mismo, "Wow! a este morro si que le gustan los jugetes!". El año que tal vez lo marié más que nunca fue en el 93 cuando le pedí jugetes de Jurrasic Park, la cual había salido ese mismo verano.

Todo esto de la carta y de la visita a Santa mi apá lo hacía para estimular nuestra imaginación y darnos la idea de que realmente existía, y a pesar de que yo tenía mis dudas de que si ese hombre era el verdadero Santa, me imaginé que tal vez tenía contacto con él y me ayudaría a que me trajera exactamente lo que le pedí.

La noche del 24 era el más grande build up que se pudieran imaginar. Sabía que Santa estaba ya chambiando y que cualquier momento pudiera llegar a mi casa. Lo que me preocupaba era no torcerlo en el acto ya que, como dice la canción, "He sees you when you're sleeping, he knows when you're awake", y pues no quería asustarlo. Disfrutaba estar con mi familia, disfrutaba los regalos, las luces, etc. Y la grabadora todo el tiempo tocaba canciones navideñas. Finalmente llegaba la hora de dormir, y había años en que me dormía en cuanto me acostaba, y había otros en los que tardaba en hacerlo, y en estas veces llegué escuchar pasos en mi sala. Cuando pasaba esto solo cerraba los ojos y me hacía el dormido, no quería que supiera que estaba despierto.

La mañana después me despertaba en friega, a veces yo despertaba a mis hermanos y a veces ellos a mí. Corriamos a la sala y ahi estaban todos los juguetes. No siempre me traía todo ya que pedía demasiados jugetes, pero unos eran mucho mas primordiales que otros, y estos son los que nunca fallaban. ¿Como determinaba mi apá cuales eran los primordiales? nunca supe, pero nunca me decepcionó y nunca me faltó ninguno de estos. Lo malo del 25 es que siempre teníamos el compromiso de ir a la casa de algún familiar, así que tenía que dejar de jugar, cambiarme, y salir por varias horas de la casa. Ah! pero cuando regresaba llegaba corriendo hacia mi habitación a jugar con mis jugetes.

Los últimos años que me trajo Santa yo estaba bien entrado con los de Star Wars, y un detalle de estos es que muchos eran dificiles de conseguir. De echo un padre de familia demandó a Kenner--------- por tener ciertos jugetes en venta unicamente en tiendas de comics, quienes cobraban como hasta $50 dlls por jugete. Mi papá me dejó de traer regalos grandes como playsets o naves, en cambio me traía de estas figuras raras de conseguir, y creanme que al verlas yo brincaba de emoción, y, de nuevo, quedaba completamente satisfecho.

Mi primer año sin que me trajera Santa fue raro. Sin esa intriga el 25 era un día más de tragadera, visita a familiares, y disfrutar de los regalos que nos habían dado una noche antes. De echo tenía la esperanza de que aun amaneciera algo, pero nada. Conforme pasaron los años me acostumbré y ahora el 25 es ciertamente un dia de tragadera, vistia a familiares, y disfrutar de los regalos.

Ahora mi hermano Juan Carlos "Orlok" Paredes es el nuevo Santa, y le está aplicando la misma técnica a mi sobrino, quien anhela ansiosamente la mañana del 25. Hoy en día nosotros la tenemos más fácil gracias al internet y el hecho de que podemos encontrarlo todo en la web, pero a mi apá le tocó lo dificil, le tocó ir a las tiendas sin la seguridad de que encontraría lo que buscaba, y es sorprendente como siempre le atinó al blanco y nos hizo tan felices a mi y a mis hermanos. Una de mis historias favoritas fue cuando mi hermano le pidió una colección de jugetes que estaba descontinuada, mi papá no los encontraba por ningún lado y temía decepcionarlo. Días antes de navidad fue a la farmacia a comprar algo, y mientras pagaba mira hacia arriba y ahí estaba  la colección que mi hermano quería. Mi papá le pregunta a la cajera,  "Eso está en venta?", "Sí" le contesta. "Me lo llevo!" contesta mi papá. Seguramente le costó mas caro de lo que regularmente costaba, pero afortunadamente no decepcionó a su hijo.

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