The Beach, y Hermosillo



"Ahora ya sé que el paraíso no es un lugar al que puedes ir, sino es como te sientes"

Esto dice el personaje interpretado por Leonardo Dicaprio en "The Beach", aquella película dirigida por Danny Boyle en la que un joven estadounidense viaja a Tailandia, y al asociarse con una pareja francesa decide ir a una isla que parece estar perdida en el océano. Esta película es de esos casos en las que me gustan por cuestiones tan personales que posiblemente perdí mi criterio constructivo hacia ella, aunque debo decir que, a pesar del decepcionante tercer acto en el que el personaje parece volverse loco, el filme me gustó muchísimo la primera vez que lo ví a finales de 1999. La música y los paisajes son fascinantes, lo cual siempre es el caso con los filmes de Boyle, tan solo recuerden "Slumdog Millionare" o "127 Hours" (Esta última en Blu Ray es una maravilla visual). Algo que el filme resalta es precisamente que Richard, el personaje interpretado por Leonardo, encuentra esta isla y la cataloga como el paraíso ya que encaja perfectamente con la comunidad que vive ahí, hasta que al final llega a la conclusión de arriba en la que afirma que el paraíso no tiene que ser un lugar exótico con hermosos paisajes y todas las comodidades del mundo, sino puede ser cualquier lugar. Todo depende de cómo encajes y como te sientas.

 Nada de esto me impactó la primera vez que la vi. Tres años después me encontraba entristecido y desesperado por regresar a Hermosillo, Sonora. Si ya vieron mi mediometraje "Un Dicho Aprobado" entonces sabrán por qué, si no solo les diré que dejé cosas pendientes allá que me motivaron a hacer ese proyecto y que tenía que solucionar para encontrar paz y tranquilidad interna. Entre todo ese despapaye emocional me topo con esta película de nuez, y por primera vez le pongo atención a ese mensaje, y WOW! Era como si la película estuviera hecha para mí, o por mí en ese entonces.

En este blog he escrito varias reseñas en la que menciono aquella ciudad, y de hecho el año pasado subí este video de abajo a youtube. 


No hay nada exótico de esta ciudad, no hay maravillas ni hermosos paisajes (De hecho está rodeada de puro desierto), pero tenía familiares que quiero mucho (De hecho  hace unas semanas falleció uno de ellos, y no se si me dolió más la tragedia o el hecho de que no pude estar con ellos), muy buenos y fieles amigos, y, en ese entonces, una chica. Claro, todo eso lo tenía aquí en Tijuana, excepto la chica, lo cual fortalecía mi necesidad de regresar, pero allá solo iba de vacaciones y siempre iba a relajarme, dormir, tragar, tirar party, y a conquistar. Era todo un paraíso para mí.

Al terminar "Un Dicho Aprobado" lo único que hacía era anhelar y soñar con estar allá, viendo "The Beach" una tras otra. La emoción del personaje de Dicaprio al llegar al nuevo mundo era como la emoción que yo sentía al llegar al mundo que representaba esa ciudad para mí. Su romance con el personaje interpretado por Virginie Ledoyen dura solamente mientras está en la isla,  de la misma manera que toda relación que tuve allá fue solamente vigente mientras estuve allá. Y una escena que me afectaba muchísimo es la última en la que el personaje, después de haberse ido de la isla y haberlo dejado todo atrás, regresa a la realidad de su hogar. Va a un café internet, checa su correo, y ve un mensaje por parte del personaje de Ledoyen, lo abre y es una foto de cuando estaban allá. No tienen idea de cuantas veces me pasó esto. Esta canción de abajo es del soundtrack de la película, y la escuchaba una, y otra, y otra, y otra vez.


A final de cuentas regresé, pero las cosas habían cambiado allá en muchos aspectos que no fue lo que esperaba que pasara, tal vez mis expectativas eran muy altas.

Hoy en día veo la película y me gusta mucho,   pero mi vida ha cambiado demasiado que ya no siento lo que sentía cuando la veía en ese entonces, pero nunca olvidaré lo mucho que me impactó. En cuanto la ciudad, ahí sigue, sonriéndome siempre desde lejos.

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