2001 Remembranzas-Hace diez años: Lunada en la Lazaro


Una bizarra idea nos pasó por la mente a todos los de mi grupo en la prepa, ¿Por qué no hacemos una lunada en la escuela? Pensábamos que sería algo imposible, pero curiosamente el director Holguín accedió con cierto entusiasmo. Recuerdo que hasta pasó al salón y habló con nosotros al respecto. Le pedimos a un maestro que estuviera ahí esa noche para cotorrear, pero no solo rechazó la oferta por que no era nuestro asesor, sino también por que no quería hacerse responsable si llegaran haber consecuencias. De hecho fue muy específico al decir que no quería ser culpable si alguien salía embarazada. Tan solo piénsenlo, jóvenes de ambos sexos en los últimos estados de la pubertad solos en un área completamente desértica, desde el anochecer al amanecer. Todo era posible, y todo pecado era permitido.

Algo que no se me olvida momentos antes de que pasaran por mi es que estaba en mi casa, peinado y cambiado, listo pa’l partyzon! Se acerca mi mamá y me dice, “José Ángel! Llevas cigarros?!”, “No ma’, como crees?” en ese entonces aun me le escondía a mi madre en cuanto fumar, o por lo menos pensaba que me le escondía por que al decirle que no saca una cajetilla completamente llena y cerrada y me los da. Creo que eso significó que no tenía ningún problema al respecto.

Pasaron por mí un grupo de amigos y llegamos justo a tiempo. La regla era que fueran puros del salón, pero nadie cumplió esto, mucho menos las mujeres que llevaron sus novios, bueno, algunas.

Fue surreal llegar a la escuela en esas circunstancias tan relajantes, la noche del 2 de Noviembre (Día de los muertos), sin uniforme, y con ningún prefecto alrededor para decirnos que hacer y que no hacer. Claro, estaba nuestro asesor para cuidarnos, pero éramos muchos los presentes y la escuela es tan grande, no podía estar en todos lados a la vez. Las casitas de campaña las pusimos en la alberca en la parte trasera de la escuela, ahí empezaríamos para terminar Dios sabe donde.

La primer hora no fue nada fuera de lo normal, conversaciones casuales y agarrando cura de la misma manera que lo hacíamos los días regulares de clases. Hasta que mas adelante alguien sacó una botella de vodka, la cual alteró un poco nuestros sentidos. Tiempo después llegaron unos compañeros en un picap con la parte trasera llena de pura cerveza. Nuestro asesor se molestó y les dijo que se deshicieran de esa cerveza, la cual era la idea originalmente, hacer que ese alcohol desapareciera. Pero como dije antes, el asesor no estaría en todos lados a la vez. Cuando menos me lo imaginé solo estábamos yo y una amiga, todos los demás desaparecieron completamente. Decidimos buscarlos, escuchamos unas voces por la parte mas escondida de la prepa. Ciertamente se habían escondido ahí del asesor con toda la cerveza que habían traído. Lo que pasó después fue como extraído de una película de terror. Seguimos pisteando ahí escondidos, hasta que vemos a lo lejos que alguien se acercaba, no alcanzábamos a ver quien era, pero al acercarse mas nos dimos cuenta que era el asesor. Nos quedamos tiesos, callados, con la esperanza de que no nos vieran, aunque mientras mas tratábamos de estar callados mas notable era que nos escondíamos, susurros por aquí, voces por acá, era obvio. Pero justo cuando el asesor estaba a unos pasos de distancia la luz de la escuela se va, quedando completamente obscuro. Aquí aprovechamos para darnos la fuga deliberadamente, cada quien agarró por su lado, ni siquiera supe quien fue el que se llevó las cervezas. Yo corrí y corrí hasta que llegué a un punto en el que estaba completamente solo. Imagínense, obscuridad absoluta, la poca luz de la luna, caminando por la escuela vacía, solo escuchando mis pasos y nada mas. Lo más tétrico es que se me vino a la mente la famosa leyenda de la bailarina sin cabeza que supuestamente aparece en el minarete de la escuela.

De aquí en adelante el asesor se dio por vencido y nos dejó hacer lo que quisiéramos ya que era obvio que no iba haber manera de detenernos, y de aquí en adelante fue cuando la acción, la controversia, y lo polémico comenzó:

El responsable de haber jalado el switch y haber causado el apagón previamente agarró pedazos de madera que era propiedad exclusiva de la escuela para crear una fogata, causando que todos pagáramos días después haciendo una coperacha; Un mendigo desconocido se echó un clavado en la alberca vacía de posiblemente mas de tres metros de altura; Esta morrilla se soltó llorando por que este otro baboso se burlaba de ella en semestres pasados; Esta morra se besó con este huey siendo que había expresado sus sentimientos hacia este otro huey de por acá; Otro huey torció a otra compañera defecando en el baño de mujeres (¿Que hacia en el baño de mujeres en primer lugar?); Este otro vato se besó con una mujer que, según el alcohol, era atractiva, solo para mas adelante descubrir que no lo era y terminar casi en llantos por lo que hizo; El compa de por acá se besó con la morra de su mejor amigo, aunque más adelante uno le echo la culpa al otro y viceversa; Esta chavita metió a este otro tipo a la casita de campaña para decirle cuanto lo amaba, solo para ser rechazada de la manera mas despiadada (“Haste para allá, me apesta el hocico”); Otra pareja de presuntos enamorados se metieron a la casita de campaña por horas y horas, posiblemente haciéndolo, y cuando todo acabó ella salió y se le acercó a otro que estaba afuera para tirarle la onda; etc., etc., etc. Y así fue durante toda la mendiga noche.

Al día después todos amanecimos con todas en una casita de campaña. Se que se escucha feo y perverso, pero no pasó nada, en serio lo único que hicimos fue dormir. Era la mañana del sábado 3 de Noviembre 2011, y supongo que nadie le dijo nada al guardia de seguridad que trabajaría esa mañana. Se nos acercó de una manera prepotente pidiéndonos nuestros nombres para que rindiéramos cuentas con el director el lunes quentra por haber dormido ahí. Decidimos ceder y alimentar su ego un poco al darle nuestros nombres, pero creo que hasta un amigo dio uno falso de cura.

Nos levantamos y cada quien pa’ su casa.

Lo habré contado de manera muy casual y hasta cómico todo el despapaye que se armó esa noche, pero muchas de estas cosas fueron verdaderamente serias e impactantes, creando problemas y desconfianza entre muchos de nosotros, aunque debo también decir que después de esa noche dos noviazgos surgieron, así que no todo fue degenere. Ya se imaginan el lunes después, los culpables con la cabeza agachada y los inocentes hablando sobre todo lo que pasó esa noche. Pero como dije en la primera reseña sobre este grupo, tenían la habilidad de cometer actos como estos, demostrar algo de culpa, pero en cuestión de minutos olvidaban de todo aquello y actuaban como si nada, por lo menos por la superficie, por dentro muchos de ellos quedaron llenos de dudas e incógnitas.

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