127 Hours ***1/2


En una revista Peter Jackson comenta que le encanta cuando un director altera la convención de la cámara, incluso hasta del cine, con tal de transmitir las emociones de los personajes. Si llegara haber un premio de quien hace esto mejor se lo llevaría sin duda alguna Danny Boyle, quien es el equivalente a Jim Carrey cuando este hace lo que sea con hacer a la gente reir, Boyle hace lo que sea para que sintamos lo que el personaje siente, agregándole adicionalmente un toque visual energético y vibrante.

Precisamente esas cualidades fueron las que hicieron que “Slumdog Millionare” fuera tan exitosa, no fue solo un ejercicio stylish, sino una exploración de los sentimientos de los personajes.

Ahora viene “127 Hours” la historia verídica de Aron Raltson , un montañista que se quedó atrapado en un cañón cuando una piedra cayó sobre su brazo derecho, apretando de tal forma que no podía zafarse. Y después de no comer o tomar la suficiente agua por 127 horas, se amputó su propio brazo, salvando su vida. Qué? Creen que les matee la película por revelarles eso? Créanme que no ya que lo que pasa no es el objetivo, sino como Boyle lo cuenta. Tan solo recuerden Slumdog, realmente creen que les arruinaría la película si supieran en que terminaba sin haber atestiguado la manera en como Boyle la contaba? Después de todo, era solamente un estúpido cuento de hadas, que no?

Tanto por críticas como por compañeros supe que parte de “127 Hours” mostraba flashbacks por parte de Aron, no me tomó mucho asumir que se trataba de alucinaciones por permanecer en el desierto por tanto tiempo sin alimentos. Esta idea no me atraía mucho, sino todo lo contrario.

Me vino a la mente “Phone Booth” de Joel Schummacher en la cual el personaje principal se la pasa por 80 minutos dentro de una cabina telefónica inmovilizado a causa de una amenaza de un francotirador. Ese filme duraba lo que duraba debido a la naturaleza de la situación, que tanto puede durar un filme de un actor en una sola locación durante todo el filme? Cuando supe que en 127 trataba de un caso similar, suelen pasarle muchos flashbacks por la cabeza, y teniendo una duración de 94 minutos pensé que el filme tal vez se extendiera con un sobre uso de flashbacks los cuales tuvieran el único objetivo de alargar la historia, lo cual se me hacia un caso muy manipulativo. Pero nada que ver, los flashbacks surgen tan naturalmente que forman parte no tanto de la historia, sino del estilo.

De hecho todo el filme parece llevarse a cabo tan naturalmente como si Boyle no estuviera consciente de que es difícil que este material sea digerido por el espectador, pero es fascinante como los momento tras momento mantiene nuestra atención, tal vez porque tienen que ver con lidiar con nuestros instintos comunes, algo con lo cual todos nos podamos identificar.

No hay mucho que decir ni mucho que revelar sobre este filme, en cuanto supe que era un caso verídico lo chequé en wikipedia y en tan solo unos párrafos nos cuenta absolutamente todo lo que pasa en el filme, pero cuando se trata de un filme de Danny Boyle no es cuestión de saber lo que pasa, sino tener la fascinante experiencia.

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