Entrevista de Cuahutemoc al Ayvar y al Montalvo



Talento tijuanense en el Festival de Cine de Morelia

Por Cuauhtémoc Ruelas


Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verl
Juan Carlos Ayvar, de 5 y 10 Producciones y Alejandro Montalvo, de Makila Proyect, son dos directores documentalistas de “Tijuana No Mata” y “Sin Clemencia”, respectivamente, proyectos en desarrollo que fueron seleccionados para participar de entre 30 lugares disponibles de México y Latinoamérica en el “Morelia Lab 2010”, (Taller para jóvenes productores-realizadores de documental de Latinoamérica), esto dentro del “Festival Internacional de Cine de Morelia”, que se llevará a cabo del 16 al 24 de octubre de 2010.

Dicho laboratorio les dará la oportunidad de intercambiar experiencias y reflexionar sobre las perspectivas del documental en Latinoamérica junto con los demás participantes, y sobre todo con personalidades del cine internacional. Además, de este laboratorio saldrán seleccionados dos proyectos, a los que se les otorgarán 50 mil pesos a cada uno para la realización del mismo como largometraje.

Pero ¿de qué tratan los documentales tijuanenses seleccionados?

En “Tijuana no mata” se exponen las vidas de extranjeros que han anclado su residencia en Tijuana. Siguiéndolos en sus actividades cotidianas es posible tener un perfil de la ciudad que pocas veces se mira. Ya que se ha hablado hasta el cansancio de los migrantes que salen de México en busca del tan gastado sueño americano, pero poco o nada se habla de las comunidades de extranjeros de México, menos de las radicadas en Tijuana.

Mientras que “Sin Clemencia”, aborda tres vidas paralelas de quienes fueron víctimas del narcotráfico en Tijuana, desde sus inicios a la fecha. Estas tres historias son la médula espinal del documental, donde se sigue a los personajes en su vida cotidiana y se platica con ellos en sus actividades diarias. El propósito es reconstruir a partir de su memoria, documentos e imágenes de los lugares donde sucedieron los hechos, un panorama completo de los momentos más decisivos de su vida, buscando captar esos recuerdos íntimos no noticiables que están sujetos a desaparecer si no se registran.

Bitácora conversó con estos dos jóvenes tijuanenses que, dicho sea de paso, son muestra del talento existente en nuestra ciudad.

Cuenténnos un poco: ¿cómo nace la inquietud para desarrollar sus respectivas historias?

Juan Carlos Ayvar: La idea de “Tijuana No Mata” nace a raíz del contacto que tuve con un guatemalteco, quien me atendió en un puesto del mercado de la zona centro mientras me encontraba buscando material de utilería en la pre-producción del cortometraje La Ciudad sin Horizonte (de 5 y 10 producciones), entonces cuando este guatemalteco se enteró que lo que estaba haciendo era para un proyecto de cine, me dice que cuando estuviéramos interesados en relatar una buena historia de migrantes en Tijuana nos acercáramos a él para contarnos historias de las que muy poco se sabe. Sinceramente yo no estaba muy convencido en abordar un tema de migrantes, pero por el contrario se me hizo muy atractiva la oportunidad de realizar entrevistas a varias personas como este extranjero que por alguna u otra razón deciden vivir en Tijuana, partiendo de: ¿Qué es lo que hace a un extranjero residir en esta ciudad, considerada como una de las más violentas del país?, dándole así un giro al tema de migrantes.

Alejandro Montalvo: En mi caso y por el tema del documental fue más bien por una experiencia de vida, ya que alrededor de 2007 y 2008 yo trabajé como fotógrafo de temas policiales y me tocó ver muchos eventos que me impactaron, tanto motines, balaceras etcétera, entonces, al verme enfrentado con esa realidad empiezan a nacer en mí muchas preguntas; al mismo tiempo yo me encontraba tomando el curso de guión por el CCC y a partir de ahí salieron las bases para plantear este documental, enfocándome no en la violencia o las drogas sino en las cicatrices emocionales que este tipo de sucesos puede dejar en familiares y amigos que se han visto involucrados indirectamente en el narcotráfico.

¿Aproximadamente cuánto tiempo llevan con sus proyectos bajo el brazo?

JCA: La idea aterrizada la tenía desde el año pasado, para este año la empezamos a trabajar en papel junto con la co-directora Rosario Mata y ya entrado marzo nos dimos a la tarea de realizar algunas entrevistas, tanto a una chica peruana, otra argentina y a un amigo de Cuba, por lo que te puedo decir que llevamos con el proyecto unos siete meses.

AM: Alrededor de dos años, desde que me encontraba en el curso de guión que te comenté anteriormente, ya que “Sin Clemencia” está ideado como complemento de otros dos proyectos, que son un largometraje de ficción y un cortometraje, a los que les pienso dedicar otro dos años respectivamente.

¿Qué los ha detenido de no producirlos de manera independiente?

JCA: He preferido ser paciente y conseguir los fondos necesarios para realizarlo de la manera que yo considero adecuada, y que sea más favorable para el proyecto.

AM: Todo depende de la manera en que quieras contar tu historia, y en un documental como “Sin Clemencia” donde necesitas muchas entrevistas, la mayoría difíciles de conseguir, aunado a aspectos técnicos y de producción, obligatoriamente se ocupa de mucho presupuesto.

Ya están seleccionados para el Morelia Lab ¿Qué representa para ustedes como realizadores esta experiencia?

JCA: ¡La verdad es algo muy chingón! pues es una oportunidad para ir y codearte con la banda involucrada en el documental, para dedicarle alrededor de una semana en ver, pensar y oír todos los proyectos, y poder sacar el mejor provecho, para que tu idea que llevas en papel quede más concreta y fundamentada.

AM: Una responsabilidad bien grande porque a diferencia de otros talleres, aquí se le otorgarán 50 mil pesos a dos de los treinta proyectos que participan; entonces tienes que ir muy mentalizado, a pelear por conseguir esa lana, sobre todo si realmente te quieres dedicar a esto; además te da la oportunidad de conocer a otros realizadores que tengan ideas muy similares a las tuyas, tal y como me sucedió con un chico de Colombia con quien ya me había tocado participar en el Festival de Guadalajara y una vez más coincidimos, lo que te abre una posibilidad de trabajar en conjunto con otros proyectos y enriquecer los tuyos aun más.

¿De qué manera les gustaría que esto que les sucedió motive a más jóvenes de nuestra ciudad que se encuentran planeando futuros proyectos en el área de cine?

JCA: En cuanto a motivación realmente es muy importante, por ejemplo el enterarte de que gente de la ciudad como Álvaro Zendejas estuvo nominado al Ariel en animación, o cuando Giancarlo Ruiz se fue al Short Film Corner de Cannes, o que Bulbo obtuvo el foprocine para sus documentales, al igual que Adriana Trujillo, que José Luis Martín (Wicho) quedó seleccionado en el Diplomado de documental Creativo en Colombia, que Juan Antonio Pantoja obtuvo una beca para estudiar cine en la escuela de Cuba, que Abraham Ávila fue becado por el Fonca para desarrollar su guión de largometraje o que mi compañero Rubén “El Rudo” Guevara también haya sido becado por el Pecda y seleccionado para el DocuLab de Guadalajara, y el mismo Montalvo, son cosas que te motivan y te sirven como un reto de decir, si estos compañeros de Tijuana están siendo reconocidos entonces yo también puedo. Al mismo tiempo con esto te das cuenta de que a nivel nacional se están buscando nuevas ideas y otro tipo de realizadores, por ello hay que seguirle trabajando para que las cosas sigan por el mismo camino y en unos dos o tres años ya estemos hablando de nuestros documentales pero porque ya están en cartelera en algún festival, como el caso de “Tijuaneados Anonimos” de Bulbo y “Que suene la calle” de Itzel Martínez .

AM: Me gustaría que esto no sólo motive a chicos que van iniciando, sino a realizadores en general, por ejemplo yo soy una persona que aprendió muchísimo de gente muy talentosa y que ya lleva mucho tiempo en esto del cine, como Giancarlo Ruiz, Aarón Soto o Joseph Pérez, a quienes constantemente intento animar para que apliquen en este tipo de talleres, ya que estoy seguro de que sus ideas serian enormemente aprovechadas, sobre todo en un momento en que las cosas se están descentralizando, pues cada vez se nota más que las historias que se están contando en el centro de país ya están muy vistas, y por el contrario en Tijuana hay historias muy frescas que la convierten no sólo en una ciudad muy cinematográfica, sino en un hervidero de ideas para múltiples realizadores que beneficiarían al cine a nivel nacional.

Obviamente sus mentes están cien por ciento en el Festival, sin embargo y para finalizar dígánnos ¿Cuáles son sus proyectos a futuro?

JCA: En mi caso mis futuros trabajos van de la mano de 5 y 10 producciones, por lo que te puedo decir que en puerta tenemos la presentación de los dos nuevos cortometrajes que ya en noviembre estrenamos: "Un tigre” y “Porfirio y Susana", también está el proyecto de Abraham Ávila de nombre “Hércules”, que para los próximos dos o tres años está pensado como el primer largometraje de ficción del colectivo 5 y 10. Y para 2011 estamos planeando un Reactivo-2, que será una continuación del trabajo comunitario que desarrollamos en 2009.

AM: En particular el proyecto de “Sin Clemencia” es como lo mencioné, parte de una trilogía conformado por este documental, un largometraje de ficción y un cortometraje, lo que nos va a dar a mí y a mi novia como productores para unos cinco o seis años más.

1 comentarios:

Anónimo dijo...
5:07 p.m.

Lovin' the shoutout to the Tj hommies!