ELEPHANT: Después de 3 años la vuelvo a ver


Días después de haber visto el corte final de mi último corto, “Cenizas Quedan”, mi hermano Marco me dice...

MP: No se te hace muy larga la escena del video?

JP: Sí, pero quiero causar el efecto de “Elephant”.

A que me referí con eso?

“Elephant”, por si no saben, es una obra maestra escrita y dirigida por Gus Van Sant, quien unos años antes de hacer este filme había hecho un remake de “Phsyco” el cual fue un verdadero fracaso. En esta no cuenta lo que sucedió en la preparatoria de Columbine el 20 de Abril de 1999, sino lo interpreta para causar el terrible impacto que los alumnos sintieron aquel día. En caso de que no recuerden, en ese día dos alumnos llegaron a la escuela vestidos de negro y camoflageados, y comenzaron a dispararles a los otros alumnos causando la muerte de doce de ellos y un maestro.

Cuando ví el trailer aterrador de este filme me impactó tanto que empecé a investigar sobre el caso verdadero. Después ví “Bowling for Columbine” de Michael Moore, documental en el cual muestra que E.U. es un país donde matarse los unos a los otros parece ser algo común (“Somos homicidas por naturaleza?” cuestiona el papá de uno de los alumnos asesinados). Después de todo eso ví “Elephant”, el cual me mostró algo que ni los reportajes, ni las fotografías, ni el documental de Moore me había mostrado: El sentimiento de aquel día, el sentimiento de cómo los alumnos asistieron a clases como cualquier día normal, y todo cambió convirtiéndolo en el peor de sus vidas. Ese es un sentimiento terrible.

Hoy en día la audiencia espera entretenerse al estilo Hollywood cuando entran a la sala de cine, bueno, por lo menos la gran mayoría. Quieren ver acción, y si no pueden ver acción entonces tienen que ver una comedia. O mínimo algo con cierta coherencia. Otra cosa que también esperan es un final concluso, pueden estar viendo la mejor película que hayan visto en sus vidas, pero si termina con un final abierto, o sea, no concluso, entonces la película es un asco. Estas dos cosas que la audiencia quiere es algo que “Elephant” NO ofrece; No hay acción, no hay comedia, nisiquiera hay una trama o coherencia que seguir, y el final es abierto.

De hecho para muchos puede ser tediosa la forma en que Van Sant dirige el filme. Casi toda la película contiene tomas largísimas en donde los personajes no hacen nada en particular, la mayor parte del tiempo están simple y sencillamente caminando por los pasillos de la escuela. Son necesarias estas tomas? Sí, definitivamente! Lo importante de estas tomas no son los alumnos a los que la cámara sigue, sino lo que sucede alrededor de ellos. Que sucede alrededor de ellos? Nada! Pasan otros alumnos caminando al lado, se encuentran a amigos y los saludan brevemente, y escuchan sus pasos cuando no hay nadie en los pasillos. De nada serviría mostrar esto si fuera una película con trama ya que nada de esto le atribuye algo, o sea, no es algo necesario para la trama. En vez de mostrar a los alumnos caminar de un lugar a otro sería prudente que manipularan el tiempo mostrando como el personaje abandona un lugar en una toma, y como llega al otro lugar en la siguiente. Pero hacerlo de esa forma hubiera sacrificado lo que Van Sant quería mostrar, lo ordinario que puede ser un día normal.

Algo que el filme tampoco ofrece y la audiencia demandaría es una explicación a por que estos jóvenes hicieron lo que hicieron aquel día. En la vida real, y hasta este día, nadie tiene una respuesta o una explicación. Van Sant muestra como los alumnos populares se burlaban de ellos y los ridiculizaban, y en la escena de la masacre uno de ellos le grita al director aconsejándole que cuando un alumno se queje de que otros compañeros abusan de él no lo ignore como lo hizo con él. Pero esta no es la explicación, ni Van Sant lo muestra o lo resalta como si lo fuera. En la prepa dirigí precisamente un corto que trataba de una muchacha que era frecuentemente ridiculizada por dos compañeras de su escuela y terminaba vengándose de ambas. Pero estos jóvenes también mataron e hirieron a gente que nisiquiera los conocían, igual y hubieran sido sus amigos. Así que esa no es la respuesta, y creanme que nunca la vamos a encontrar. Hubiera sido muy superficial y conveniente si Van Sant hubiera mostrado una cuando no la hay.

Cualquiera hubiera mostrado la masacre de la forma que todos nos la esperábamos, gente corriendo, gritando, empujándose, tratando de escapar, etc. Pero en vez de eso vemos los lugares menos habitados de la escuela escuchando los balazos y los gritos de la gente. Ahora, es aquí donde se nota lo necesario que fueron las tomas largas. En esta escena también sigue a un alumno mientras camina tranquilamente por los pasillos, solo que esta vez, en lugar de ver como otros alumnos caminan al lado de él, vemos como corren desesperadamente tratando de huir, y cuando camina por unos lockers, uno de ellos esta en fuego. Lo mismo es cuando muestra a los dos jóvenes matar a gente, cualquiera hubiera mostrado a los asesinos disparar y a las victimas caer al suelo, pero en vez de eso los graba de frente disparando sin mostrar a las victimas caer (Bueno, cuando la masacre comienza si vemos a las victimas caer, pero es claro que no es eso lo que el director quiere mostrar ya que mantiene el enfoque en los asesinos mientras que las victimas se ven borrosas).

Al comienzo de esta reseña mencioné que antes de ver el filme leí sobre el caso verdadero y vi el documental de Michael Moore. Es importante para muchos que hagan lo mismo ya que Gus Van Sant asume que por lo menos tengamos noción del caso real para ver su filme ya que no nos explica nada, no nos cuenta lo que pasó antes o después de eso. Si tienen dudas sobre el caso no encontraran respuestas aquí. Lo que sí encontrarán es la noción de lo que es un día normal, lo casual que es estar en la escuela, y al final termina mostrándonos lo aterrador que puede ser estar en la escuela cuando un día deja de ser normal y se convierte en un día trágico.

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